¿Y ahora qué? Cansado de mirar tu foto en la pared.

Cuando todo parece perdido, cuando todo parece evaporarse, llega 2012, con tantas vidas como tú, recordando la vieja frase de que ni tan si quiera me siento solo sin ti…

¿Crees que tu corazón te guiará bien?

La pregunta del millón, la interrogación, la madre de todas las preguntas cuando nos sentimos vacios, solos, sin nada con lo que corresponder.

Te replanteas una y otra vez el no responder si porque si, no puedo decirte más, jamás me valdrá decirme que espere, que piense, que mire por mí, o por ti… yo quiero tenerte, besarte, abrazarte, y que me digas que estas ahí, quiero ser real, sentir el mundo igual, seguir sin preguntar por qué, no tener que cambiar, que todos entiendan que nunca perdí mi norte, tu mirada, mi sentido. Que nunca dejé de tener mi no se qué.

Yo muestro lo que soy, siempre juego a carta descubierta, sin faroles, sin nada de silencios, ni el mal ni el bien nos separan, soy lo que ves, soy el que cuando todo el mundo duerme, sueña…

Así, a pesar de todo, a pesar de que tus ojos en nuestra distancia ya no brillen como antes, yo quiero seguir viendo tus gestos, no vivir del desconcierto, quiero magia, quiero echarte de menos como aquel mes  desconcertante.

Si preguntas, pregunta que donde me metí, no grites, ni tan siquiera muevas tus labios… a tu lado, en uno de tus brazos, quizás en los dos…, algún pequeño escalofrío te dirá que me evaporé, que de tanto soñar cosas imposibles, de tanto soñar contigo, de tantos ratos sin sentir… me escondí. Me perdí.

No quiero miedo, no quiero agua en los ojos, no quiero más luces apagadas, necesito verte brillar como la estrella más fuerte… como la que más. Necesito despertar con motivos, abrir los ojos y pensar que el día ha empezado sin cruzarse, sin perderse… sin aparecer por que si, no quiero que se me peguen lutos, no quiero noches sin tus despedidas.

No quiero volver al lugar donde te dejaste el alma que encontré, quiero devolvértela, porque mis cuatro días de vida me pisan los talones.

Me consumo, me marchito, me quedo sin aire, sin gas para elevarme…

De verdad, no corras, yo vigilo, que estar a tu vera, que se haga de noche y me abraces, es mi mejor destino para el que he nacido.

"Inevitable casi como respirar, se nos cae todo el cielo de tanto esperar..."