Ganas de nada, ganas de saltar, ganas de reír, ganas de abrazos, de risas, de besos, de miradas, ganas de amigos, de noche, de caricias, de ojalas, ganas de después, ganas de latidos, de deseo.
Como si de una sala de espera se tratase, esperamos impacientes y como podemos aguantamos que llegue nuestro turno, nuestro fin de semana. Nuestra parte buena de los siete días, días de ganas de nada menos de ti, de mi, ganas de todo, menos de nada.
Vivir, sentir, revivir... inspiración abierta por la ilusión; desolación, guardada para un lunes que vendrá, que estará...
Labios que saben a reencuentro, y sabrán a despedida, dedos que sueñan desnudos, desnudos que sueñan días sin noche y noches sin día... filtros de cosquillas en 48 horas de sueños soñados cinco días antes. Marchitos susurros, motivos que faltan, hechos fabricados.
Un rock and roll tras otro, una calle más, ojos que ojean tus ojos sin cesar. Antojos dispuestos a prohibir, prohibir lo que nada tuve y tendré, pero que daré, te daré.
Adiós desterrados, generaciones reencontradas, inventos de borrachos, jóvenes viejos, y viejos jóvenes buscan cobijo en el regazo de la noche.
AXVI
"Típica forma de coger los tiempos navideños con ganas..."
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